Publicado en "La DIraria". Julio. 2019
"Síndrome Praga", de Juan Pablo Bertazza. Ed. Adriana Hidalgo. 2019 |
Probablemente, aquí en Uruguay, conozcamos al
argentino Juan Pablo Bertazza (1983) más por su desempeño como periodista
cultural, que por su trabajo en el rol de escritor. Cada tanto alguna de sus
notas en el suplemento Radar de Página 12 ha sido divulgada en las redes sobre
esta parte del Río de la Plata, o bien hemos visto sus entrevistas en el ciclo
“Hipertexto” que se emitía por el canal CN23 de Argentina y que ha quedado con
numerosos seguidores en los cajones más abiertos de Youtube. Sin embargo, el
joven argentino tiene una lista ya formada de libros de poemas entre los que se
destacan “Los que no hablan”, “En base doble”, o el más reciente, “La
revolución de terciopelo”. A esta lista se le sumó, a principios de este año,
una novela que salió a la calle de la mano de la Editorial Adriana Hidalgo,
“Síndrome Praga”. En el año 2017 Bertazza ganó la beca “Praga Ciudad de la
Literatura”, que le permaneció ser habitante de la intrincada ciudad kafkiana
durante varios meses y escribir esta obra.
Rodrigo es un joven argentino, entre sincero y
chanta, entre naif y afilado, que abandona su oficio de animador de fiestas en
la ciudad de Buenos Aires para llegar a Praga e integrarse a una agencia de
visitas guiadas para turistas. El asunto es que, para el protagonista, la
ciudad es un secreto tan bien guardado como el idioma, Rodrigo desconoce ambas
claves que, en definitiva, son las que debiera dominar para el ejercicio de su
trabajo, sin embargo, a fuerza de desaciertos y la ayuda del Google logra irse
adentrando en los secretos de la ciudad checa.
Pasan varios días hasta que la promesa de
trabajo hecha por Iván, un español que dirige DeePrague, se concreta, de todas
maneras, el protagonista deja sentado cada día en su diario allí sabemos de su
comienzo bochornoso en el trabajo, nos enteramos de algunos elementos de su
pasado en Buenos Aires, sabemos de los personajes que irá conociendo, entre
ellos Katka, una chica local que trabaja en la misma empresa, que conoció y
vivió en Buenos Aires y que será el interés amoroso de Rodrigo. También nos
enteramos de una noticia que introduce parte de la novela en el terreno de lo
fantástico; relacionado con la leyenda del Golem, aparece este “síndrome de
Praga” a través del cual, con la luz del sol, a las personas se les puede leer
un número de cuatro cifras en la frente que anuncia la fecha en que cada uno
morirá. Así entonces sabemos del revuelo mediático y de la paranoia que este
síndrome deja caer sobre la ciudad.
Sin embargo uno de los ejes narrativos más
potentes es ir descorriendo el velo que el narrador tiene ante sí y con él
conocer Praga. Sí entonces la estrategia de la escritura de vuelve
absolutamente descriptiva y el poder de observación que presenta Bertazza para
hacernos saber acerca del corazón de la ciudad es muy poderoso, por momentos
envidiable, por momentos, demasiado enciclopédico. De alguna manera ese
necesario que sepamos acerca de Praga y que el escenario de cada escena que el
diario cuenta esté bien descripto. Al mismo tiempo, Rodrigo, quizá en su
atolondramiento por conocer su área de trabajo y asimilar algún dato que le
permita no quedar como el farsante que es - y que, en verdad, son todos los
guías allí – se olvida de que la idea de que estamos en la ciudad del Puente de
Carlos ya nos quedó clara. De todas maneras, la sutileza del juego narrativo y
la observación sobre aquello que quizá se escape de Wikipedia es mucho mayor.
Varias historias se entretejen en la lucha del
protagonista por ir detrás de un “no sé qué”, porque si bien su idea es
trabajar allí, también hay un ideal de trascendencia; necesitar dejar algo
atrás, lograr algo más, toparse con algunos amores, contar siempre a la familia
alguna curiosidad sobre ese “nuevo mundo” que habita y que lo habita.
La tensión que existe entre la historia de amor
con Katka va tomando uno de los carriles centrales de la narración Así,
entonces, no solamente el lector queda pendiente de el tire y afloje de los
personajes para lograr un encuentro amoroso, o bien del miedo de Rodrigo de
“encarar” la situación y la forma en la que nuestra femme fatal checa deja en
vilo la pasión del porteño, sino que en un punto de quiebre de la trama aparece
la sospecha de que, detrás de Katka hay una historia más intensa que la que se
muestra, especialmente en el momento en que ella, expuesta al sol, deja ver en
su frente la fecha fatal del “síndrome” que ya ha copado Praga.
De una manera simple pero muy alejada del
lenguaje pobre, Juan Pablo Bertazza entra en el mundo de la novela por una
puerta grande. “Síndrome Praga” es una obra entre la tradición argentina de la
palabra clara pero contundente de Antonio Dal Masetto y un nuevo panorama post milenio, bloggero,
que lo sitúa entre las nuevas voces de la letra rioplatense. Entre la raíz bien
crecida de un café de San Telmo y la vorágine cosmopolita de Praga.
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